COPRODUCCIÓN
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO
PRODUCCIONES MICOMICÓN
A PRIORI GESTIÓN TEATRAL
FICHA ARTÍSTICA
LA JUDÍA DE TOLEDO de LOPE DE VEGA
(Espectáculo coproducido por la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Micomicón y A Priori Gestión Teatral)
REPARTO y PERSONAJE:
Manuel Agredano - Don Blasco / David
Federico Aguado - Rey Don Alfonso
Elisabet Altube - Raquel
Teresa Espejo - Sibila
Marcos León - Belardo
Mariano Llorente - Garcerán
Jorge Varandela - Príncipe Enrique /Leví
Ana Varela - Reina Doña Leonor
ESCENOGRAFÍA: Arturo Martín Burgos
AYTE. ESCENOGRAFÍA: Antonio Verdú
VESTUARIO: Almudena Rodríguez Huertas
AYTE. VESTUARIO: Liza Bassi
ILUMINACIÓN: Luis Perdiguero (A.A.I.)
AYTE: ILUMINACIÓN: Marta Martí
VIDEOESCENA: Álvaro Luna
AYTE. VIDEOESCENA: Elvira Ruiz Zurita
MÚSICA ORIGINAL y ESPACIO SONORO: Mariano Marín
PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Joseba García (A Priori)
AYTE. PRODUCCIÓN: Angélica Felipe
PRENSA: MARÍA DÍAZ
AUXILIAR DE DIRECCIÓN: Ismael Carreño
AYTE. DIRECCIÓN: Héctor del Saz
VERSIÓN Y DIRECCIÓN: Laila Ripoll
Hace 25 años que un grupo de actores recién salidos del curso de la Compañía Nacional de Teatro Clásico se quedaban con ganas de más y formaban un equipo de trabajo que se llamó Producciones Micomicón.
Iniciamos nuestra andadura con un Lope: “Los melindres de Belisa” y qué mejor manera de celebrar estos 25 años que regresando a nuestro santo laico favorito, nuestro Lope de Vega Carpio, con el que hemos recorrido tantos caminos y vivido tantos buenos y no tan buenos momentos.
Mucho hemos cambiado en estos años, mucho hemos aprendido, mucho hemos viajado… alguno se quedó por el camino, otros se fueron incorporando, pero aquí seguimos, y resulta emocionante verse de nuevo en este escenario, 25 años después de aquel “Jadín de Falerina” de Calderón con dirección de Guillermo Heras, que fue el inicio de todo.
Pero esta vez toca tragedia porque estamos para pocas bromas.
La judía de Toledo es un texto complejo, como complejo queremos que sea el espectáculo, como complejo es el momento que estamos viviendo, como compleja es la situación que nos rodea.
Desprende este texto una tremenda fuerza poética; sugestiva, embriagadora, perturbadora. Hay escenas, pasajes, momentos, frases… que no se pueden olvidar. Y estamos seguros de que puesto en un escenario puede crecer y provocar toda una catarata de sensaciones.
Hay sombras que cantan en la oscuridad, que cantan el peligro, que se abren paso entre los rayos y los relámpagos y el viento. He aquí el mundo de lo inexplicable, el mundo de lo mágico. He aquí la almendra del dolor, la profecía siniestra, el miedo en los huesos, el olor de la muerte.
Hay también, como siempre que aparece el mejor Lope, una mirada honda a la gente de abajo, a la gente que labra la tierra, la que canta mientras trabaja, la que conoce y distingue el canto de los pájaros y las hojas de los árboles, pero también los infinitos pliegues del corazón humano
Nadie duda un solo segundo de quién tiene que morir. Tragedia política, tragedia terrible, brutal, implacable, cruenta.
Y después de la sangre todo vuelve a la normalidad. Así de fácil. Otra vez la eterna cuestión a la que nos enfrentamos cuando abordamos un texto clásico: ¿está de acuerdo el dramaturgo con la solución que plantea o por el contrario pone delante del espectador algo contra lo que él mismo se revuelve?
Qué canalla es Lope de Vega! Primero nos enamora, paso a paso, lentamente, y después nos golpea violentamente.
La Judía de Toledo es un drama político donde los hombres de poder se comportan de manera reconocible en muchas actitudes que podemos ver hoy. Y eso nos interesa. Y nos inquieta.
Este texto encierra muchas preguntas que nos gustaría que quedaran en el ambiente cuando el espectador salga del teatro.
Hay en este texto espléndido un espectáculo posible lleno de lecturas complejas, momentos desconcertantes, deslumbrantes de belleza, inquietantes.
Lope en estado puro. El mejor Lope. El Lope que amamos, el que siempre
reclama un lugar en los escenarios.